jueves, 31 de diciembre de 2009
Feliz 2010
sábado, 26 de diciembre de 2009
Sophie se hace la mala, pero igual se está enamorando.
Pasan los minutos y al fin Sophie siente un cosquilleo que le recorre el cuerpo, se siente vigilada y baja la mirada para encontrarse con los ojos de él. Soff sonríe y le mira interrogante, Tom al verse descubierto agacha la cabeza y ensancha su sonrisa.
- ¿Sabes? Me hace gracia cuando me miras y te ríes.
- Me gusta tu sonrisa.
Soff espera a que diga algo más, pero Tom se queda callado y finge que escucha a la profesora. Esta vez es Sophie la que sonríe cariñosa, pero antes hace con su pelo dorado una cortina, para que él no la descubra.
martes, 22 de diciembre de 2009
La locura le consume por dentro.
- Si necesitas algo grita y vendremos a socorrerte en seguida. Si ves que no puedes controlar la situación hay unas pistolas al lado de la puerta, no dudes en dispararle.
Claudia se quedó clavada en el sitio y abrió varias veces la boca, pero no dijo nada.
- ¿Es la primera vez que lo ves? - Clau asintió y la enfermera pareció compadecerse de ella.- Las pistolas llevan calmantes, no le hacen ningún daño, es por su bien…
- ¿Tan mal está?
La enfermera no le contestó y se limitó a abrirle la puerta con cuidado. Claudia respiró hondo y entró.
Al principio lo vio de espaldas, parecía el de siempre: su misma espalda ancha y bien formada, su mismo pelo rubio y revuelto… pero en cuanto se giró Clau comprendió que Karl ya no volvería a ser el mismo. Sus ojos celestes estaban desfigurados por un dolor insoportable, grandes ojeras marcaban su rostro, sus mejillas estaban pálidas y su sonrisa… su sonrisa era siniestra y, daba miedo, mucho miedo.
Claudia no pudo evitar retroceder un paso, estaba paralizada. Karl no tardó nada en darse cuenta de su presencia y, en seguida, se abalanzó hacia ella agarrándola por los brazos. Clau pegó un bote y Karl la miró sin verla.
- ¿Claudia, eres tú?
Ella asintió, sin saber que decir o que hacer.
- ¿Por qué estás llorando Claudia?
Claudia se toca el rostro con las manos, no esta llorando, solo esta asustada.
- ¡¿Claudia?! - Karl la suelta y mira a su alrededor. - ¡¿Claudia donde estás?! ¡Te oigo llorar, Claudia!
Karl repite su nombre muchas veces más, cada una de ellas un poco más fuerte. Claudia rompe a llorar y sale corriendo, cerrando la puerta tras de sí. La enfermera está esperándole se acerca a ella y le dice:
- ¿Tú conoces a esa tal Claudia?
- ¿Por qué lo pregunta?
- Porque siempre se altera cuando dice su nombre. ¿Sabe? Yo creo que esa chica es la que le volvió loco.
Clau no quiere escuchar nada más, a si que hecha a correr hacia la salida, necesita aire. Una vez en la calle le llega de golpe el impacto de la realidad. Karl está loco. Loco por su culpa.
jueves, 17 de diciembre de 2009
Citas del corazón: ¿Enamorarse?
sábado, 12 de diciembre de 2009
Un nuevo espacio que nunca viene mal.
- Creo que no, ¿el que?
- Sí, eso. Huele a lujuria y a amor, a pasión desenfrenada pero también a dulzura y cariño. Incluso, se podría decir, que huele a noche estrellada, de estas en que todo es mágico y la luz de la luna lo ilumina todo de forma delicada y fantasmal.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Palabras del alma: Y ahí esta Él -I-
- Ya veré lo que hago.
- ¿Ya verás lo que haces? ¿Te crees que voy a esperar toda la vida a que tú te decidas?
- Sí
Ella suelta una carcajada amarga, porque sabe que Él tiene razón. Le esperará toda la vida, aunque le haga daño.
- ¿A si? ¿Y se puede saber por qué crees que si?
Él no contesta, simplemente la mira y una música que indica el inicio de las clases les interrumpe. Ella se queda plantada en el sitio, esperando una contestación, pero Él se da la vuelta y se aleja por los pasillos aun desiertos.
lunes, 7 de diciembre de 2009
Palabras del alma: Soy una mujer maltratada.
El viento frío agita su melena castaña, dejando al descubierto un moratón en la base del cuello. Inconscientemente se estremece de frío y aprieta la chaqueta en torno a su cuerpo produciéndose un leve dolor en las partes marcadas por la furia del monstruo con el que estaba obligada a convivir. Mas de una vez ha pensado en escapar pero sus planes siempre se ven descubiertos y, los golpes son mucho más fuertes las dos semanas de después; por eso se ha rendido, por eso y por el miedo que siente, no solo a su marido si no a la ley y a la justicia, que según lo que ha podido escuchar en los pequeños momentos que Él le deja ver la tele, no parece tener mucho efecto en defender a las mujeres maltratadas. Se vuelve a estremecer, pero esta vez no es de frío si no por lo fuertes que suenan esas dos palabras: Mujeres maltratadas. Y Teresa es una de ellas.
Comienza a lloviznar y Tere decide que es momento de volver a casa o, por lo menos, a lo que debería sentir como su casa. Sale del parque y vuelve a las calles, donde la gente corretea con paraguas de todos los colores. Ve a un hombre y, al pasar por su lado, este levanta la mano en un puño. Ella, por puro instinto se encoge sobre si misma y gime mientras tiembla de miedo.
Y entonces es cuando Teresa lo piensa: ‘Soy una mujer maltratada, y esto tiene que acabarse, pero no se como’.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Palabras del alma: Y ahí está ÉL.
Suspiras. ¿No podría el amor ser fácil por una sola vez en la vida? Sabes que no, a si que te conformas con mirarle desde lejos y te sorprendes a ti misma porque, desde que os enfadasteis, es la primera vez que puedes contemplarle sin tener que apartar la mirada en cuestión de segundos. Observas sus movimientos, lleva una sonrisa pintada en la cara y está jugando con sus amigos al baloncesto. Sus pasos son ágiles y expertos, tiene el balón en la mano y esquiva a todo el que se le pone por delante. Te acuerdas de que es una de las pocas veces, desde que os enfadasteis, que lo ves sin ninguna arpía rondándole como si fuese el dulce mas rico del mundo, lo piensas y sueltas una carcajada disimulada, tus amigas no se dan cuenta pero él parece que sí. Os separan unos cuantos metros y no es posible que te haya escuchado reír, sin embargo te está mirando. Si te fijas bien puedes ver como su expresión a cambiado a una que no sabrías definir, ahora una media sonrisa asoma por su boca y vuestros ojos se conectan durante unos cuantos segundos, después él vuelve a concentrarse en el juego, pero esta vez hace unas cuantas tonterías de más porque sabe que le estas mirando. Tú vuelves a reírte pero él ya no te mira. Sigues sin prestar atención a la conversación que se está manteniendo a tu lado y ahora cuatro ojos están fijos en ti y en tu sonrisa tonta, la típica sonrisa de enamorada que tú no deberías tener en la boca porque sabes que el amor es irracional, y demasiado complicado.
- ¡Hey! Me creía que ya lo tenías superado.
Ante eso abres los ojos y vuelves al mundo real, miras a tus amigas y ellas entienden que no lo tienes superado para nada. Le quieres demasiado como para dejarlo ir.
martes, 1 de diciembre de 2009
Citas del corazón (3): Pasado, presente y futuro.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Clave de sol: La calma.
En el final del corredor pude encontrar mis viejas amigas de siempre, mis compañeras. Les pregunté: ¿que tal estáis? yo he caminado mucho y me encuentro cansado, pero tranquilo. Amiga risa, hermana nostalgia, madre alegria, dulce esperanza... ahora que el viaje termina me invade la calma. Solo al final del corredor miro las fotos que retrataron mi alma. Se están borrando, y sobre un mar de confusión salen a flote algunos errores y faltas, pequeñas faltas. Rojos demonios de la venganza, negros bufones de la ignorancia, ahora que el viaje termina me invade la calma. Amiga risa, hermana nostalgia, madre alegria, dulce esperanza... ahora que el viaje termina me invade la calma.Tan solo quiero daros las gracias, que disculpéis mi larga tardanza, ahora que el viaje termina me invade la calma.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Palabras del alma: Solo tú puedes decir NO, teresa.
Cierra los ojos con fuerza y procura no hacer ruido, se mueve en la cama con mucho cuidado y respira muy bajito. Se mueve lentamente, no vaya a ser que él se despierte y la descubra. Por un momento llega a imaginar que hasta el viento le tiene miedo y se ha aliado con ella, porque esa noche no sopla contra las ventanas haciendo ruidos extraños. Ella se levanta con mucho, mucho cuidado y el colchón cruje al librarse de su poco peso. Contiene la respiración cuando ve sus ojos oscuros mirándola con odio contenido.
- Vuelve a la cama o te enteras.
Teresa contiene las lágrimas porque sabe lo que viene a continuación. Se mete en la cama e intenta taparse con el edredón, pero él ya la envuelve en sus brazos y recorre con su lengua su cuello. Suelta una risa maliciosa porque sabe cuanto le duele a Tere que haga eso, y porque sabe que ella se siente asqueada después.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Palabras del alma: Ojos verdes.
martes, 24 de noviembre de 2009
Palabras del alma: No te quiero perder.
Silencio al otro lado. Nadie responde y sientes la angustia inundar tu corazón. Respiras hondo, una, dos, tres veces. Cierras los ojos con fuerza para que no se te escapen las lágrimas, porque sabes que si abres el grifo te va a costar cerrarlo. A si que te levantas del sitio y tiras el teléfono a un lado, con fuerza, con rabia. Estas sola en casa, puedes gritar todo lo que quieras, que nadie te va a oír y nadie te va a llamar loca. Y lo haces, empiezas a gritar por toda la casa, arañando las paredes y estirándote del pelo. Que tonta, que ilusa. ¿Cómo has podido si quiera pensar que esta vez iba a ser diferente? Si por lo menos fuese una persona distinta, pero no, es la misma, la misma persona de siempre. Lo piensas y lloras, ¿Por qué no llorar? Agarras la almohada y la tiras al suelo, la recoges y la vuelves a tirar. Sacas toda la ira y todo el dolor que llevas dentro y cuando crees que se te ha pasado caes al suelo con el corazón hecho pedazos.
¿Se ha acabado? No, es solo el principio, aun te queda un corazón roto que reparar.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Clave de Sol (1): Lágrimas en mi guitarra
¡Sí, nueva sección!
¿Y de que trata? Pues me imagino que ya vuestras cabezas ya habrán sacado conclusiones respecto al titulo. Tiene que ver con la música, concretamente con las canciones. Y ahora vamos al grano: que levante la mano a quien al acabar un día, la semana o al finalizar una situación extresante se le ha venido a la cabeza esa melodía o esa letra perfecta para la ocasión. Pues bien, a mi me ha pasado millones de veces, a si que vengo con esta nueva sección semanal (todos y cada uno de los domingos). ¡A si que haya vamos! Esta es la canción que mejor se acopla a mi semana.
Palabras del alma (9): Miedo
sábado, 21 de noviembre de 2009
¡Nuevo Look! :)
¿Por qué? Pues sinceramente nunca me ha gustado el rosa, y como a mi querido blog se le habían instalado unas cosas raras en los titulos he decido hacer un borrón y cuenta nueva en cuanto a estilismo se refiere. He buscado y rebuscado una plantilla con tres columnas, pero ninguna me ha convencido y si me convencía tenía que poner unos colores determinados que no me gustaban, o no encajaban las imagenes, o largos etc.. A si que al final he optado por la opción fácil, una de las plantillas de que te ofrece el servicio. ¿No ha quedado tan mal, no?
Bueno cambiando de tema veremos lo que se avecina..
- Una critíca de cierta película que casi todo el mundo debe haber visto.
- Una reseña de un libro que leí hace tiempo.
- Un nuevo apartado de Palabras del alma.
- Otro apartado de citas del corazón.
Y quizás algo más, quien sabe...
martes, 17 de noviembre de 2009
Palabras del alma (8): No me quieras.
- Hay algo que tienes que saber acerca de mí si vamos a seguir con esto: Tienes que saber que lo primero que va a pasar es que te voy a hacer daño. Mucho daño. Te diré que sí y, luego, que no. Te haré creer que soy tuya y, de repente, me verás tonteando con otro. Conseguiré que los celos te coman por dentro y nublen tu vista y tus ideas. Un torbellino de confusión inundará tu mente y pensarás en mandarlo todo a la mierda. Pensarás dejarme y creerás odiarme… Y entonces, cuando tengas la certeza de que vas a acabar con todo, yo iré a por ti y te daré un beso que te hará estremecer, te susurraré que te quiero al oído y te haré prometer que siempre estarás a mi lado. Tú te lo creerás y, durante una semana si llega, estaremos estupendamente, seremos esa clase de pareja que todo el mundo adora y envidia, seremos felices. Pero solo hasta que yo lo aguante, en seguida me sentiré atada a ti y me daré cuenta de que te necesito más de lo que debería, a si que volveré a mentirte y a hacerte daño. Es como el pez que se muerde la cola.
- Creo que vale la pena correr el riesgo.
- Mira, te estoy avisando porque te quiero, y no quiero hacerte nada malo. Si aceptas seguir con esto me voy a convertir en una droga para ti y, cuando quieras alejarte de mi lado, no podrás hacerlo porque estarás enganchado. No empieces la partida, aun estás a tiempo. Por favor. - Sus miradas se encontraron y Victor acarició la superficie de sus labios con los dedos. Había tomado una decisión y nadie le iba a hacer cambiar de opinión.
- Ya te has convertido en una droga para mi, Mel. Ya es demasiado tarde.
- Tú lo has querido. - susurró ella mientras él se abalanzaba a sus brazos.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Palabras del alma (7): Bailar.
Cerró los ojos y dejó que las sensaciones recorriesen su cuerpo, sintió la música y se hizo grande. Se imaginó que no estaba en una clase, que nadie la estaba mirando y al abrir los ojos, estaba sola. Sola en la habitación. No había nadie cuchicheando cuando se equivocaba, y nadie se reía si tropezaba. Se imaginó que los pasos le salían a la perfección, estaba recta y tenía la técnica… Se sintió aire, agua, fuego, libre, ligera. Sintió dulzura, amor, cariño, amistad, fortaleza.
Paró cuando la música lo hizo y parpadeó varias veces mientras notaba como la burbuja de cristal en la que se había sumergido durante tres escasos minutos, se rompía en mil pedazos y volvió al mundo real. Sintió como las cuerdas volvían a atarla y le impedían volar y como todos los sentimientos buenos eran sustituidos por el odio, la venganza, el dolor, el desconcierto... Todo el mundo la miraba y ella bajó la cabeza, avergonzada. Pero los ojos de sus compañeras y compañeros, los ojos de su profesor, tenían un brillo distinto a otras veces. Uno que no supo definir pero que durante un segundo hizo que una pequeña calidez le recorriese el cuerpo y neutralizase todos los malos sentimientos que retenía en su pequeño corazón.
- ¿En qué pensabas? - susurró una voz en su oído.
- ¿Qué?
- Al bailar, ¿en que pensabas?
Ella sonrió tristemente e intentó contener las lágrimas.
- Pensaba en todo lo que me gustaría ser, en todo lo que me gustaría sentir pero que está fuera de mi alcance…
viernes, 13 de noviembre de 2009
Palabras del alma (6): Tú puedes.
- Nadie se merece que tú estés mal por su culpa, ni si quiera él.
- Es que yo lo he echado a perder todo.
- No. Si te quisiese en serio te habría esperado, te habría esperado hasta que tu lo aceptases. Pero no lo ha hecho ¿a que no? Eso demuestra todo lo que tú me decías, y piensa que tú tenías razón en todo, si a la primera de cambio ha decidido estar con otra es porque te estaba mintiendo.
- ¿Y ahora yo que hago?
- Tú abre bien los ojos, sé feliz porque la vida no es para estar triste. Yo sé que puedes. ¿Sabes lo que mas me gusta de ti? Que siempre que te veo tienes una sonrisa puesta en los labios y da igual lo que te esté pasando por dentro, estás dispuesta a ayudar a los demás sin importar lo que a ti te pase. Ya lo superaste una vez ¿no? Pues ahora también lo superarás, y esta vez no estás sola, yo voy a estar a tu lado.
- Ahora mismo no se lo que haría sin ti.
- Si no estuviese yo tendrías a miles de personas más a tu alrededor ayudándote.
martes, 10 de noviembre de 2009
Palabras del alma (5): Suena bonito el andar con tacones.
‘Suena bonito el andar con tacones’
Esas era las palabras que susurraba Claudia todas las noches cuando volvíamos a casa después de estudiar. Siempre nos parábamos en el horno de la esquina que dividía nuestras calles y que estaba abierto hasta tarde, y comprábamos una napolitana de chocolate calentita, la partíamos y, con una sonrisa pintada en la cara, nos despedíamos hasta el día siguiente.
Recuerdo que Claudia siempre vestía faldas o pantalones, nunca vestidos, le gustaban las camisetas de colores cálidos y los zapatos de tacón. Siempre llevaba zapatos de tacón. Le encantaban los días de viento, esos días en los que las hojas se arremolinaban a nuestro alrededor. Era agradable, dulce y cariñosa. Era una de esas pocas personas que te escuchan, pero que te escuchan de verdad y te aconsejan sin juzgarte, siempre pensando en que es lo mejor para ti. Era una chica guapa, de grandes ojos azules que miraban inocentes e ingenuos el mundo. Claudia no creía que las personas malas lo fuesen realmente, siempre decía que la causa de que fuesen así debía estar en un pasado oscuro y doloroso. No compartía la discriminación hacia ningún tipo de persona y se sacrificaba por todos sin esperar nada a cambio. Recuerdo que era una ciudadana ejemplar, de esas que reciclan todo y se ponen de los nervios cuando tiras una cosa al suelo, y te riñen y te dicen que eres una guarra y una maleducada. Y recuerdo también lo nerviosa que me ponía yo cuando me soltaba una de sus charlas. Me acuerdo de la última vez que nos hablamos, yo estaba muy nerviosa, había tenido un día de esos de levantarse con el pie izquierdo pero eso Claudia no lo sabía; a si que cogí una revista de publicidad de uno de los buzones de un portal e hice miles de papeles y después los lancé al aire. Claudia, como siempre, se enfadó, pero esta vez su enfado era diferente, se ve que ella también había tenido un mal día a si que comenzamos a gritarnos, yo le dije que no tenía porque educarme, que yo tiraba papeles por ahí si me daba la gana; y ella me gritó que era una tonta y que nunca la escuchaba, que solo pensaba en mi misma. Yo me enfadé y ella se fue corriendo. Ese día no llegamos juntas a la panadería, y nunca lo volvimos a hacer.
En verdad sonaba bonito el andar con tacones, antes no me daba cuenta, pero ahora que no está Claudia andando a mi lado y produciendo ese sonido, lo hecho de menos. Hace tiempo que vuelvo en silencio a casa, y llego a la esquina de la panadería y me compro una napolitana, pero no me voy con una sonrisa puesta en la cara porque no hay nadie con quien compartirla.
Pero hay veces, los días de mucho mucho viento, que me parece oír el eco de sus pasos al andar, y su risa cantarina resuena en mis oídos. Y entonces me parece volver al pasado, siento que Claudia está conmigo, me imagino que nunca nos enfadamos, que ella no salió corriendo y que ese maldito coche no la arrojó al fondo del abismo.
Hay veces, los días de viento donde las hojas se arremolinan a mi alrededor, que siento que Claudia nunca me a abandonado, que me a perdonado y que es feliz donde quiera que esté…
sábado, 7 de noviembre de 2009
Citas de corazón (2): Empezar de nuevo
viernes, 6 de noviembre de 2009
Palabras del alma (4): Alicia no sabe lo que es el amor.
- Alicia no, no lo hagas. No lo hagas ¿me oyes? - él se acercó a ella con cuidado y la mano derecha extendida, dando pasos pequeños y aguantando la respiración - No merece la pena. No manches tus manos de sangre por esto.
Pero ella parecía no escucharle, parecía haberse tapado los oídos con mil manos invisibles. Sus ojos color miel estaban perdidos, no enfocaban al hombre que tenía delante y que tanto daño le había hecho. Alicia miraba más allá, con la expresión carente de sentimientos. Había aprendido a guardase las cosas dentro de sí y a no sentirlas. Había aprendido a no llorar y a que no le temblara la mano ante nada; y eso Jack lo sabía. Jack comprendía a Alicia más de lo que ella creía, entendía su forma de ser y como veía el mundo, y quería protegerla, apartarla del camino del error; pero igual era demasiado tarde…
Alicia soltó una risa fría y observó al chico que estaba tendido en el suelo, apretó con fuerza la pistola entre sus manos y sintió como el sentimiento de venganza destrozaba sus barreras y hacía estremecer todo su ser. Hacía tantísimo tiempo que no sentía nada que sus ojos se abrieron de golpe y su respiración se volvió agitada. Y de pronto: miedo, dolor, sufrimiento, tristeza, odio… todo lo sentía en cada una de las partes de su cuerpo y le hacía daño, mucho daño.
Sin querer soltó la pistola, que cayó al suelo con un sonido sordo, y solo entonces sintió la presencia de alguien más en la azotea. Se giró y antes de que pudiese reaccionar Jack la envolvía entre sus brazos y ella lloraba, lloraba como nunca.
- Alicia, Alicia.. - Jack la cogió en brazos con delicadeza y aspiró su olor a flores. - Vámonos a casa Alicia.
Y ella asintió sin mirar atrás, comprendiendo que no merecía la pena vengarse si había encontrado a alguien para ella y, dejando atrás al hombre causante de su dolor y una pistola.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Palabras del alma (3): Me gusta...
Me gustas tú y la forma en que me sonries nada mas verme. Como tu mano busca la mía y como me abrazas cuanto estoy triste y lo necesito. Me gusta cuando vuelves de algun sitio y hueles a leña y a sal. Que me cuentes cosas sin importancia, y que me hagas reir siempre. Me gusta cuando por cualquier cosa te ilusionas como un niño y te brillan los ojos. Que hagas cosas por mí que a ti no te gustan demasiado. Que cantes, que corras, que te rias y que hables. Me gusta que me quieras, y que me digas las cosas que me dices. Que me abraces fuerte y me cuentes que dentro de veinte años seguiremos juntos, y viajaremos a todos sitios, y seremos felices. Pero también me gusta que pienses que no me vas a tener siempre, que algún día nos enfadaremos, aunque no sea verdad, porque así luchas por tenerme todos los días. Me gusta que te pongas celoso y que te enfades, porque luego me gustan muchisimo más las reconciliaciones. Que me perdones y que todas las noches me envies un mensaje dándome las buenas noches. Que me cuides y que me defiendas. Que te preocupes y te alegres por mí. Me gusta estar contigo, me gusta quererte, abrazarte y que me esperes. Me gusta cuidarte, mirarte, sonreirte y besarte. Me gusta que me entiendas y entenderte. Y me gusta que cuando estoy contigo todo lo que hay alrededor parece desaparecer, y todo es mágico, y bonito. Me gusta pensar que esto será para siempre, aunque se que algún día puede que todo se rompa, y se olvide, y desaparezca.
jueves, 29 de octubre de 2009
Citas de corazón (1): De principes y durmientes.
lunes, 26 de octubre de 2009
Reseña (1): Del amor y otras desgracias.
Opinión personal:
Es un libro que se lee rápido, practicamente no tiene diálogo, está todo contado por la protagonista, Jana, en primera persona y como si se tratase de un diario.
Hay veces que la historia me ha llegado a poner nerviosa..
Por una parte tenemos a Jana: La inocente, la que cree que el amor tiene que ser perfecto, la que quiere estar bien con todos, la que está ciega y no se da cuenta de las cosas, la que comete errores, la que llora y vuelve a llorar, la chica joven, la del pelo corto y luego la del pelo largo, la que escucha a sus amigas, la que intenta ser feliz, la que al final abre los ojos, la que está perdidamente enamorada...
Por otra a Rudi: El mejor amigo, el de toda la vida, el comprensivo, el sensible, el que solo quiere que Jana sea feliz, el que al principio es tímido, el romántico, el de siempre, el que no es capaz de enfadarse más de un día, el que siempre está ahí cuando lo necesitas, el simpático, el gracioso, el que está dispuesto a tenederte una mano si lo necesitas...
Y luego Jonathan: El novio, el guapo, el atractivo, el orgulloso, el creido, el celoso, el dulce, el cariñoso, el que se esconde tras una apariencia segura, el que en el fondo es tímido, el que toca el piano, el que se preocupa demasiado por la selectividad, el que siempre se enfada, el que se deja influir, el que no sabe lo que siente, el de la primera vez...
Y ahí tenemos el lío amoroso que enreda toda la trama, mas luego una boda, un accidente, y unos compañeros de piso un tanto insoportables.
En definitiva, aunque han habido veces en las que he pensado: ¡Es tonta! o ¡la estrangularía! La verdad es que ha servido para entretenerme en estos días de lluvia.
- ¡Desaparece, perro ciego, imbécil, o te convierto en
salchicha! ¡Venga, esfúmate, perro sarnoso!
Pero él parecía tener la misma
racha masoquista que Kiki. No parecía sentirse en absoluto ofendido. Cuando
conseguí ponerme en pie, el perro empezó a saltar sobre mí alegremente.
- ¡Oh, no, Dieter! ¿Te ha pasado algo? Todo está bien, Dieter. - un chico le
acariciaba la cabeza al perro mientras murmuraba. - No pasa nada, Dieter. Sí,
Dieter, está bien.
El chico era igual que Mark Owen, con los mismos ojos
azules brillantes y el pelo castaño. Aunque no se esforzó precisamente en
derrochar su encanto.
-¡Tú estás algo tarada yendo así en bicileta por aquí!
¡Has tenido suerte de que no le haya pasado nada a Dieter!
- ¡Tú eres el que
no está bien de la cabeza! ¡Casi me rompo el cuello por culpa de tu chucho!
- Si no sabes montar en bicicleta, no lo hagas. Venga, Dieter, nos vamos.
viernes, 23 de octubre de 2009
Palabras del alma (2): Prohibida...
Un beso a todos y mañana mas :)
- ¿De verdad quieres irte ya?
- Sí, es tarde. No debería estar aquí y tú lo sabes.
- No, no lo sé. ¿Por qué? Dímelo y dejaré que te marches.
- Yo ya tengo a alguien a quien amar, y tú, tú eres prohibida. Igual por eso me gustas tanto...
- ¿Yo soy prohibida? Y eso por qué... Yo no tengo a nadie que me ate, puedo hacer lo que quiera cuando me de la gana, soy libre. En todo caso tú serías el prohibido para mi. ¿No crees?
- No. Eres prohibida por ser como eres, justamente por tu falta de ataduras, por tu libertad, por tu miedo al compromiso... Hay cosas que no son buenas, y que crean adicción; y tú eres una de esas cosas. Todo lo que tienes atrae, tu olor, tu risa, tus labios, y la expresividad de tus ojos.
- Yo no creo que eso sea prohibido.
- Sí que lo és... porque tú odias sentirte atada a alguien, pero haces que las personas se queden enganchadas a ti, que te sigan y te persigan. Eres una droga para cualquiera que se deje engatusar, y cuando quieren alejarse ya es demasiado tarde...
Palabras del alma (1)
Todos, en algún momento, hemos tenido momentos de debilidad o alegría, de tristeza o esperanza. Todos, alguna vez, hemos tenido ganas de coger un boli y un papel para poder plasmar esas palabras que salen desde dentro de nuestros corazones y rondan por nuestra cabeza haciendonos darle vueltas a un mismo asunto un millón de veces. ¿O no?
Pues a mi me pasa y más de una noche de insomio una libreta pequeña y un simple lápiz han sido mis compañeros, y la verdad es que esas noches eternas solo conseguía dormirme cuando todas y cada una de las letras habían salido de mi para quedarse grabadas en el papel blanco (o de colores).
Esta sección, trata por tanto, de esos pequeños o grandes textos, que aunque muchas veces no son dignos de grandes alagos son textos nuestros, escritos con todo nuestro cuidado y amor, por lo que se merecen este espacio.
Os invito a que sigais esta sección y participeis en ella, mandando vuestros textos, esas palabras que salen del alma, a mi correo. Las publicaré junto a las mías diciendo siempre quien es su autor.
Un beso a todos. :)
El comienzo
Creo que necesitaba un espacio para mi, un espacio donde nadie me conozca y pueda tener la libertad de expresión que necesito.